El cuidado compartido: España extiende las licencias parentales
Por Marisol Andrés
Hacia la corresponsabilidad en el cuidado
El año comenzó con una importante noticia: En España se igualaron los permisos por nacimiento y adopción entre cuidadores/as principales y secundarios/as. La disposición aprobada en 2019 tras el Decreto de medidas urgentes para garantizar la igualdad de trato y de oportunidades entre mujeres y hombres en el empleo y la ocupación, fue de carácter progresivo, ya que los permisos pasaron en 2019 de 5 a 8 semanas, en 2020 a 12, y en 2021 alcanzaron finalmente las 16 semanas, igualando a los/as cuidadores/as principales.
Según el decreto mencionado, las primeras 6 semanas son obligatorias, intransferibles, ininterrumpidas e inmediatas al parto o la adopción, mientras que las otras 10 semanas son voluntarias y los/as beneficiarios/as pueden decidir cuándo se las tomarán, si lo harán de forma acumulada o interrumpida, siempre dentro de los 12 meses siguientes al parto o la adopción.
El objetivo detrás de esta medida consiste en revertir la penalización que existe sobre la maternidad en los espacios laborales, estimulando el cuidado y las responsabilidades compartidas, para poder alcanzar la igualdad de género en el trabajo. La política se complementa además con otras iniciativas también previstas en el decreto.
Un avance importante, pero no suficiente
Si bien igualar las licencias parentales representa un avance en los derechos laborales de los/as trabajadores/as en España, es importante remarcar que de las 16 semanas autorizadas para cada cuidador/a, solo 6 son obligatorias. Esto puede llevar a que –bajo la influencia de estereotipos de género–, los varones opten por no utilizar las 10 restantes, ya sea por considerar que no es necesario o por el temor a sufrir consecuencias profesionales ante una ausencia tan prolongada.
En este sentido, siempre es recomendable que las licencias sean obligatorias en ambos casos y por el mismo período de tiempo, para derribar el mito de que contratar mujeres implica mayores costos laborales. De esta manera, se puede lograr la reducción en la discriminación laboral hacia ellas.
Finalmente, vale destacar que la ampliación de los permisos parentales garantiza también el derecho a cuidar de los/as responsables adultos/as y a ser cuidado/a de niños/as, y permite desarrollar vínculos más profundos con ambos/as cuidadores/as.
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