El 9 de abril en Argentina es considerado el Día del Pago Igualitario. La fecha busca visibilizar la brecha salarial persistente en el país y los sesgos de género asociados a ella. Desde Grow- género y trabajo analizamos la situación actual y las posibles vías de solución de una problemática que atenta contra la autonomía económica de las mujeres.
El punto de partida
En este sentido, podemos hablar de la segregación horizontal en el mercado de trabajo: las mujeres se insertan laboralmente en actividades menos valoradas socialmente –asociadas a roles de género– y que además son menos dinámicas. Esto hace que los salarios sean más bajos. Por ejemplo, según el informe del Ministerio de Economía, en el 2do trimestre de 2022, 2 de cada 5 mujeres se desarrollaban en tareas asociadas al cuidado (trabajo doméstico, educación, servicios y salud).
Además, debemos hacer mención a la segregación vertical, que también impacta sobre los ingresos. Las mujeres tienen más dificultades para acceder a puestos de trabajo jerárquicos, lo que implica que sus salarios sean más bajos. En Argentina, ellas ocupan solo el 31% de las jefaturas y el 34% de los cargos de dirección (INDEC, EPH 3° Trimestre 2022).
Finalmente, y como complemento a estos dos escenarios, se encuentra la desigual distribución de las tareas de cuidado, que impacta sobre el tiempo que las mujeres tienen disponible para dedicarle al trabajo remunerado. Por este motivo, suelen insertarse en empleos de menor carga horaria y mayor flexibilidad, con salarios más bajos y modalidades de contratación más precarias.
El rol del Estado y las organizaciones para revertir esta situación
Desde el Estado se vienen tomando medidas que apuntan a a reducir esta brecha: políticas de promoción de mujeres y diversidades en sectores estratégicos de la economía y en cargos jerárquicos en distintos tipos de organizaciones; así como también acciones destinadas a aliviar la carga de cuidado de las mujeres (proyecto de ley “cuidar en igualdad”, decreto 144/2022 que establece que las empresas con 100 o más personas empleadas deben contar con espacios de cuidado para infancias, entre otros).
Si bien estas políticas públicas son necesarias, desde Grow- género y trabajo destacamos el rol fundamental que ocupan las organizaciones empleadoras en revertir esta situación.
“identificar las particularidades de cada institución es fundamental para avanzar hacia acciones concretas que contribuyan a la equidad laboral”.
Carolina Villanueva