Por Gabriela Lozano Rubello, coordinadora del área Diagnósticos e Implementación de Grow- género y trabajo. Colaboradores: Mariano González King, coordinador del área LGBT y Lucho Fabbri, coordinador del área de Masculinidades.
Es común que en una conversación cotidiana digamos que el ámbito personal está separado del profesional, pero todos/as sabemos que en la realidad ambas esferas coinciden, se mezclan y se tensan. En muchos momentos de nuestra vida, el tiempo y energía destinado al trabajo profesional o remunerado se combina con el tiempo que necesitamos destinar al estudio, a los cuidados, a la resolución de temas burocráticos, compromisos sociales, en fin, a esa larga lista de cosas que tenemos que hacer para que la vida siga sucediendo.
Ahora bien, esos momentos de tensión impactan en nuestra productividad y en nuestra salud mental, porque sabemos que no podemos partirnos en dos y hacer todo al mismo tiempo. Es por ello que las organizaciones empleadoras, preocupadas y atentas a resolver esto, cuentan con una serie de beneficios y licencias que permiten a su personal equilibrar las distintas exigencias de la vida profesional y laboral, y reconozcan el derecho humano a recibir cuidados, ejercer el autocuidado y a poder cuidar de terceras personas
Desde Grow- género y trabajo sostenemos que incluir la mirada del bienestar –desde la dimensión personal– en una organización empleadora significa apostar por la construcción de una cultura institucional cercana a las personas: asertiva, empática y respetuosa, con estrategias que consideren los contextos específicos del personal.
Algunos datos que nos muestran áreas de oportunidad cuando pensamos en el bienestar personal y el trabajo:
- Mientras las licencias para maternidad son de entre 12 y 18 semanas, las de paternidad son, en promedio de 10 días. Esta diferencia sigue reforzando la idea de que son las mujeres las responsables de cuidar, de que los hombres los principales responsables de proveer y de que las familias son homogéneas y configuradas por parejas heterosexuales.
- Las personas que dedican más tiempo a cuidar son las mujeres y ello reduce su participación formal en el trabajo remunerado y reafirma un esquema de división sexual del trabajo injusto.
- Los temas de salud mental o burnout en el espacio de trabajo son una realidad que afecta a distintos países de América Latina y aún hoy en muchas empresas es un tabú hablar de ello, o no se cuentan con los conocimientos ni apoyos para atender al personal que sufre esta problemática.
Frente a esta realidad que presenta múltiples retos para sostener con calidad la productividad y el compromiso con el trabajo, aportar al bienestar del personal no es algo extra, es reconocer que la salud física y mental, los cuidados y los momentos difíciles forman parte de la vida laboral.
¿Por qué conviene? Cuando una empresa cuida, reduce la rotación y el ausentismo, mejora el clima y la productividad, y también fortalece su reputación. Todo ello implica, por lo tanto, una decisión estratégica que no depende sólo del área de Capital Humano, debe ser transversal y abarcar la cultura, los procesos y las formas de gestionar equipos (liderazgo). La clave es entonces permear en la cultura la idea de que lo personal también es organizacional.
En síntesis, ¿Qué puede hacer tu empresa? Te lo decimos en 5 ejes prácticos:
Eje 1. Licencias y flexibilidad
- Incentivar la ampliación de las licencias parentales y considerar plantear su obligatoriedad, apuntando progresivamente a su carácter remunerado, obligatorio e intransferible.
- Brindar el beneficio de la flexibilidad horaria y teletrabajo cuando aplique.
- Brindar permisos de ausencia para trámites de salud/cuidado.
Eje 2. Gestión de cargas y tiempos
- Planificación realista de metas; priorización.
- Gestión de picos de demanda, no normalizar horas extra.
- Protocolos de desconexión y respeto a los horarios laborales.
Eje 3. Infraestructura y servicios
- Espacios de lactancia equipados y cercanos a todos los puestos de trabajo.
- Convenios con centros de cuidado infantil o subsidio para el cuidado de infancias.
- Servicios de atención de salud mental.
Eje 4. Cultura y liderazgo
- Capacitación/sensibilización para liderazgos en relación a la cultura de la corresponsabilidad y el bienestar.
- Comunicación interna clara respecto a que todas las personas, sin importar su género, tienen derecho a cuidar y cuidarse.
- Promover la implicación del personal y liderazgos masculinos en la corresponsabilidad de género en materia de cuidados
Eje 5. Datos e indicadores
- Medir uso de licencias y beneficios por género, área y nivel jerárquico para identificar prácticas y diseñar estrategias.
- Aplicar encuestas de clima y bienestar para identificar puntos de atención y oportunidades de mejora.
- Medir indicadores de trayectoria y contextos del personal (rotación, ausentismo, tareas de cuidado, etc).
- Analizar las percepciones del personal masculino respecto a las políticas de inclusión y bienestar para mejorar su adhesión y neutralizar resistencias.
El acompañamiento que hacemos desde Grow- género y trabajo a diferentes organizaciones empleadoras nos ha permitido identificar que, en estos tiempos en los cuales estamos experimentando muchos cambios respecto a las modalidades y herramientas de trabajo y la forma de vincularnos, la dimensión personal de una cultura organizacional adquiere mayor importancia en el día a día. Planificar, proyectar posibles escenarios y contar con beneficios que habiliten a las personas a tomar decisiones acordes a los objetivos de su función y su vida personal, es una estrategia clave para seguir construyendo una cultura de bienestar.