Por Georgina Sticco y Carolina Villanueva, directoras y co-fundadoras de Grow- género y trabajo
El bienestar no es solo una lista de beneficios ni una acción aislada. Es una forma distinta de pensar los entornos laborales: más humana, más sostenible, más alineada con los desafíos actuales. Y lo mejor es que no importa el tamaño de la organización: siempre se puede hacer algo. Desde grandes empresas hasta pymes y organizaciones sociales, todas pueden fortalecer lo que hacen si lo piensan desde una lógica de bienestar.
Abarca la seguridad física, mental y social de todas las personas que integran una organización. Se relaciona con las condiciones en las que se realiza el trabajo y cómo estas interactúan con la vida personal. Lo vemos expresado en las percepciones y emociones de quienes colaboran en nuestra organización y en su grado de satisfacción con la experiencia laboral. El primer gran paso no es implementar muchas acciones sueltas, sino integrar el bienestar en el centro de la estrategia. Porque si no es considerado como un eje estratégico, es probable que no reciba la atención ni los recursos necesarios para generar un impacto real.
Las organizaciones que lo reconocen como una prioridad son más resilientes, retienen mejor el talento y construyen culturas más inclusivas. Además, cuando el bienestar está presente, se potencia la diversidad, la colaboración y el sentido de propósito.
¿Por dónde empezar?
No hay una fórmula única. Cada organización tiene recursos, ritmos y necesidades distintas. Pero todas pueden dar pasos concretos:
Revisar su estrategia actual: ¿Dónde está incluido el bienestar? ¿Es transversal o solo aparece como un tema puntual?
Involucrar a quienes lideran y a los equipos en el diseño e implementación de la estrategia.
Definir objetivos claros, alcanzables y alineados con sus posibilidades reales.
Este es un proceso, y no hace falta recorrerlo a solas. Desde Grow- género y trabajo acompañamos a todo tipo de organizaciones a integrar el bienestar en sus proyectos y en su cultura, con una mirada realista y transformadora.
Te invitamos al desafío de hacer las siguientes preguntas y observaciones:
- Revisa el plan estratégico: ¿Dónde está incluido el bienestar? ¿Es un componente transversal en todas las áreas o solo una acción puntual? Asignale presupuesto.
- Involucra a todas las partes clave: Asegúrate de que las personas en roles de liderazgo y los equipos estén comprometidos con la implementación de un bienestar integral. Capacita a los equipos en el tema.
- Define objetivos claros y medibles: Como con cualquier otra área de la estrategia, el bienestar debe tener metas concretas para evaluar su progreso. Desarrolla indicadores.