Por Carolina Garber
Trabajar es mucho más que tener un empleo. Se trata también de contar con condiciones que garanticen bienestar, respeto, vínculos sanos y posibilidades de crecimiento. La investigación realizada por Grow – género y trabajo & MundoSur, “Inclusión en alerta: barreras al bienestar laboral”, revela un dato alarmante: el 96% de las personas encuestadas vivió o presenció por lo menos una situación de violencia laboral.
Entre julio y octubre de 2024, se encuestaron a 3.243 personas de América Latina para conocer el alcance de la violencia laboral en la región. El resultado fue contundente: 8 de cada 10 personas afirmaron haber vivido o presenciado alguna situación de violencia laboral, y ese número aumenta al 96% cuando se les presentan ejemplos concretos. Esto habla no solo de la magnitud del problema, sino de que muchas situaciones aún siguen muy naturalizadas.
En los últimos años, los entornos de trabajo empezaron a ser observados con una lupa más fina. Las demandas por mayor equidad, diversidad y cuidado impulsaron cambios en varias organizaciones. Pero los datos muestran que todavía queda mucho por hacer. A nivel internacional, el Convenio 190 de la OIT, adoptado en 2019, marcó un hito al reconocer por primera vez el derecho de toda persona a trabajar en un entorno laboral libre de violencia y acoso. Este convenio —que ya fue ratificado por varios países de América Latina— establece obligaciones claras para los Estados y un fuerte llamado a las organizaciones a prevenir, abordar y erradicar toda forma de violencia laboral, reconociendo su impacto en la salud, la dignidad y las oportunidades laborales. En este contexto, los resultados del informe que presentamos aquí revelan cuán vigente y urgente sigue siendo esa agenda.
¿Quiénes son las personas más impactadas por la violencia en el trabajo?
La violencia en el trabajo es mucho más común de lo que se cree. Pero esta experiencia no impacta a todas las personas por igual. Las identidades no cisgénero —que incluyen personas trans, no binaries, queer, entre otras— son las más afectadas: el 91% atravesó al menos una experiencia de violencia laboral. Le siguen las mujeres cis (82%) y luego los hombres cis (76%).
También aparecen diferencias al mirar por tipo de violencia: la violencia psicológica es la más extendida, con un 89% de personas que la identifican. La económica muestra un crecimiento llamativo respecto a los datos relevados en 2021 en el marco de una investigación realizada por la Friedrich-Ebert-Stiftung y Grow – género y trabajo, “La violencia laboral en América Latina y el Caribe en el marco del Convenio 190 de la OIT”. Pero no son las únicas: las violencias simbólica, sexual, física y digital también están presentes y, en muchos casos, con impactos acumulativos.
¿Qué pasa cuando se denuncia?
Una de las novedades del informe es que cada vez más personas decidieron actuar frente a la violencia laboral. En 2021, solo el 74% había tomado alguna acción; hoy el número asciende al 96%. Pero este dato contrasta con otro: los canales institucionales siguen siendo poco utilizados y aún no son del todo eficaces. Solo el 19% acudió al área de Recursos Humanos y apenas el 9% usó canales formales de denuncia, por lo que las vías institucionales siguen siendo poco accesibles o las menos elegidas.
El mensaje es claro, aunque las personas quieren accionar, no siempre encuentran respaldo en sus organizaciones. El temor a las represalias, la falta de protocolos y el descreimiento en la respuesta organizacional siguen siendo grandes obstáculos. Y sus consecuencias son visibles: el 50% de quienes atravesaron violencia laboral señalaron impactos en su salud, y el 22% fueron despedidas luego de exponer su situación.
¿Qué desafíos quedan por delante?
En un contexto en el que se habla cada vez más de bienestar organizacional, los resultados del informe muestran que hablar no alcanza. No basta con declaraciones de compromiso, se necesita contar con estructuras institucionales preparadas para actuar, protocolos que funcionen, con liderazgos capacitados y con espacios de trabajo donde el respeto y el cuidado no sean una excepción, sino la regla.
El informe completo está disponible para consulta libre. Visibilizar es el primer paso.
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