. PERFIL
Al ritmo actual, no se logrará alcanzar la paridad de género en las áreas de ciencia, tecnología, ingeniería y matemática (STEM por sus siglas en inglés) antes del año 2100. Al ritmo actual, la industria no contará con los mejores perfiles preparados para lo que se viene, dado que la mitad de la población no está realizando ese camino profesional.
De pequeña me encantaban los números, los rompecabezas, los acertijos. Me fascinaba cómo el mundo se puede reducir a alguna fórmula que nos indica a qué hora llegaremos a un determinado lugar. De ahí, elegir estudiar tecnología fue un pequeño empujón. Entendí que la computación era una ciencia del futuro, y nunca dudé de esa vocación, hasta que entré en la Universidad.
En esos días, me di cuenta de que no bastaba con solo desear algo, o que tu familia te acompañe… requirió de mucho esfuerzo y de una gran sobreadaptación entrar a un mundo donde las mujeres éramos minoría…y no tan bienvenidas. Debo decir, quizás naif de mi parte, pero me sorprendió. No me lo esperaba.
No estaba preparada para los comentarios sexistas de los profesores, ni de alguno de mis compañeros, que ni se acercaban a preguntarle a las chicas sobre cómo habían resuelto un ejercicio. O que se sorprendían si a las chicas nos iba bien en exámenes que a ellos les había ido mal. Fueron años donde, no solo yo sino mis compañeras, tuvimos que demostrar que teníamos el lugar que nos merecíamos, las notas que correspondían, y que nadie nos hacía ningún favor (al contrario, nos lo hacían más difícil).
Desde que me recibí, allá por el 1999, y a la fecha, hay más mujeres en las áreas tecnológicas, pero siguen siendo minoría: las áreas educativas más dominadas por los hombres son las Tecnologías de la Información y las Comunicaciones (TIC) y las ingenierías, donde la matriculación de mujeres es de 27% y 28% respectivamente (según la UNESCO, 2018). Al ritmo actual, no se logrará alcanzar la paridad de género en las áreas de ciencia, tecnología, ingeniería y matemática (STEM por sus siglas en inglés) antes del año 2100.
Considerando que se espera que para el 2050 que el 75% de los trabajos estén relacionados con las áreas STEM (de acuerdo con ONU Mujeres, 2024) tenemos varios problemas: por un lado, la industria no contará con los mejores perfiles preparados para lo que se viene, dado que la mitad de la población no está realizando ese camino profesional. Por otro lado, si queremos reducir la brecha salarial de género, no tener la posibilidad de insertarse en las carreras de mayor movilidad, también perjudica estas posibilidades.
En estas condiciones es que desde 2010 se celebra el 22 de abril el Día Internacional de las Niñas en las Tecnologías de la Información y la Comunicación, cuyo objetivo es alentar a las niñas y mujeres jóvenes a considerar la posibilidad de orientar sus estudios y profesiones al campo de las carreras tecnológicas. Es una invitación a los países a realizar actividades de sensibilización y a proponer acciones concretas que modifiquen los números actuales.
Pero este es un tema complejo, que no depende solamente de lo que las niñas deseen, sino de generar entornos que sean realmente inclusivos y no expulsivos.
Por ejemplo, se puede invertir en la formación docente, para que cuenten con herramientas que impulsen a las niñas. Consideramos que hoy 9 de cada 10 niñas entre 6 y 8 años asocian las ingenierías con habilidades masculinas (UNESCO 2018).
Ahora, supongamos que se realiza esta inversión, y esa niña, que, como yo, se siente atraída a las áreas STEM, ingresa en un entorno que continúa siendo sexista. O se recibe, y se inserta en trabajos donde no es respetada: ¿cuánto tiempo durará?
En Estados Unidos un informe de 2014 relevó que el 40% de las mujeres con títulos de ingeniería dejaba esta carrera por las agresiones que sufría en el espacio laboral.
Desde Grow-género y trabajo sostenemos que socializar desde la infancia, a partir del juego, con la ciencia y la tecnología, es una acción esencial para ampliar la presencia de mujeres en profesiones STEM: aporta a un futuro más equitativo, pero que las acciones que realicemos hoy para generar entornos más inclusivos son fundamentales para que una vez que las mujeres lleguen, se queden.