Los micromachismos se basan en comportamientos agresivos pero muy sutiles, que muchas veces son invisibles para quienes los ejercen, pero que tienen un efecto profundo en la vida de quiénes los reciben.Entendiendo la importancia de reconocerlos y desarmarlos, una guía práctica, de la mano de Grow-género y trabajo.
Por: Georgina Sticco, directora y co-fundadora de Grow -género y trabajo
Hace unos años me crucé con un artículo que nombraba distintos tipos de micromachismos en el ámbito de la salud. Estas agresiones se pueden sustentar en creencias racistas, capacitistas o machistas, entre otras. Hablamos de micro-machismos cuando lo que se marca con esta agresión es el lugar que deberían ocupar las mujeres y diversidades. No solo el machismo explica estos comportamientos, también el androcentrismo y el sexismo. El primero se refiere a un conjunto de ideas, prácticas y representaciones que sustentan la centralidad y el protagonismo exclusivo del hombre en la sociedad. Esta construcción pone en el centro de la escena al varón blanco heterosexual y ordena al resto de las personas en un escenario desigual. Esta visión se impone como neutra, universal y normativa. Desde este enfoque se invisibiliza todo lo no relacionado al hombre” (Diccionario Grow – género y trabajo). Un ejemplo de androcentrismo es la invisibilización de las mujeres como sujetas de estudios médicos: durante años se consideró que los síntomas de descompensación cardíaca eran similares entre mujeres y hombres, hasta que la Dra Bernardine Healy descubrió que esto no era así.
Por otro lado está el seximo, “un tipo de discriminación hacia las personas basada en las determinaciones de su sexo asignado al nacer. Se materializa por medio de clasificaciones y caracterizaciones que hacen los diferentes grupos humanos y en donde asocian cada sexo a conductas, roles, estereotipos y cualidades determinadas” (Diccionario Grow – género y trabajo). Por ejemplo, se asume que los varones son “peores” cuidadores que las mujeres o que todos los varones tienen más fuerza que las mujeres, por el solo hecho de haber nacido varón.
Me pareció clave que era necesario ponerle nombre, entender y actuar sobre estos comportamientos, y así surgió la “Guía práctica para reconocer micromachismos y no morir en el intento”. La propuesta es simple: a la manera de un diccionario, cada entrada define un concepto, lo traduce a ejemplos cotidianos, basados en la experiencia de Grow-género y trabajo, y ofrece sugerencias concretas sobre qué hacer cuando lo vivimos, lo presenciamos o incluso cuando nos damos cuenta de que somos quienes lo reproducimos.
El objetivo detrás de esta guía fue generar una experiencia lúdica en sí misma: utilizar el humor, las ilustraciones de Lucila Bonardi, y un espacio de ejercicio, para poner en práctica los conceptos.
En la guía se describen 27 comportamientos organizados en 6 categorías:
- Maternidad: sexismos relacionados tanto a la potencialidad de la maternidad como al hecho de serlo.
- Capacidad: sexismos relacionados a la capacidad de las mujeres
- Androcentrismo: mensajes productos de una mirada androcéntrica del mundo, comúnmente compartida, y que podemos inferir que la persona que las realiza no es del todo consciente de lo que dice.
- Machismo: al ser mensajes tan explícitos entendemos que quién los dice está convencido de lo que dice.
- Cofradía: aquellos que hacen referencia a los hombres siempre son un grupo y prefieren defenderse entre ellos que enfrentase.
Desde Grow-género y trabajo estamos convencidas que debemos detenernos en estos comportamientos, algunos más sutiles que otros, porque esos gestos, comentarios o actitudes que a veces se naturalizan, tienen impactos muy dañinos: pueden minar la autoestima de quienes los reciben, limitar sus posibilidades de participación e incluso influir en decisiones clave dentro de una organización, como a quién se le asigna un proyecto o se le confía una responsabilidad.
Reconocer y desarmar los micromachismos no es un detalle menor: es un paso fundamental hacia espacios laborales más justos, inclusivos y libres de violencia.



