Se seleccionó esta fecha en conmemoración del 8 de Marzo de 1857, cuando una marcha de trabajadoras de una fábrica de textiles de Nueva York fue reprimida y dejó la cifra de 120 mujeres muertas. Las trabajadoras marchaban contra los bajos salarios, que eran menos de la mitad de lo que recibían sus compañeros hombres por la misma tarea, cuando fueron frenadas violentamente por la policía.

Desde este episodio las movilizaciones de mujeres alrededor del mundo fueron cada vez un hecho más recurrente, y en 1975 la ONU oficializó el 8 de Marzo como el Día Internacional de la Mujer, unificando todos estos movimientos que desde hacía más de cien años se venían realizando.

En este 2018 se organizó una marcha y un paro internacional. Se convoca a que las mujeres que trabajan fuera de su casa se retiren de sus puestos laborales, y que las amas de casa y mujeres que trabajan en sus hogares también cesen sus actividades cotidianas por unas horas para poder acudir a la marcha. Con este freno de las ocupaciones dado de una manera masiva, se pone de manifiesto lo imprescindible de la fuerza de trabajo asumida por las mujeres. La marcha nos reúne, y expone la cantidad que somos y el poder que tenemos, algo que puede ser más difícil de visualizar cuando estamos repartidas cada una en su puesto.

Este procedimiento de marcha es un reflejo de una huelga realizada en Islandia en 1975 a la que denominaron “Day Off” (Día Libre). La convocatoria fue para todas las mujeres del país, sin importar su ideología ni clase social, y el resultado fue un país paralizado, lo que demostró que sin las mujeres no podía existir una sociedad democrática.

La marcha del 2018 llega después del enorme movimiento que generó el #MeToo, con el que se ha logrado exponer problemas de acoso y violencia sexual que antes pasaban desapercibidos. El lema que propuso la ONU para la marcha, reivindicando a este movimiento es “Ahora es el momento: Las activistas rurales y urbanas transforman la vida de las mujeres“.

En este día miramos hacia atrás reflexionando sobre todos los derechos adquiridos con la lucha de las mujeres, y hacia adelante con el objetivo de que se siga reduciendo la brecha de desigualdad entre las diferentes oportunidades que tienen los hombres y las mujeres.